Octubre 2012
Conocí a Marcos durante la función de 'Masculinity'
que se realizó el jueves pasado en el teatro Goes en Montevideo. El se atrevió
a darme unas bofetadas en el ejercicio al final de la obra. En la charla que
hubo después me contó que se conectó mucho con la obra porque ya desde hace un
rato se iba planteando las mismas preguntas sobre su identidad masculina y
estaba pensando en crear su próxima obra sobre este tema. Nos quedamos en
volver a vernos para intercambiar ideas. Al final nos encontramos el lunes
feriado (día del descubrimiento de America) frente a la Intendencia. El vino a
buscarme con su auto. Tiene un auto nuevo importado de China. En Uruguay no
arman autos y las marcas de Europa son muy caras, así que los autos chinos son
una buena opción. Cuando me habló de su compañero psicólogo me observé
pensando 'ay, que pena que tiene novio' y un segundo después 'menos mal que así
me siento más a salvo y no habrá malentendidos'. Mas tarde me di cuenta que
después de enterarme que Marcos tenía novio empezó a gustarme más. Pues sigo
con el cliché que cuando una cosa no esté al alcance, atrae más. Claro que el
hecho que el mostrara tanto interés en mi trabajo artístico me halagaba.
Caminamos por la calle Acevedo hacia la Rambla. Yo le preguntaba sobre su obra
'Matilde' que dirigió hace un rato y fue como un homenaje a una mujer que el
conocía de niño y que admiraba mucho. Matilde era una maníaca-depresiva, madre
de dos hijos amigos de Marcos y el pasaba mucho tiempo en su casa.
Marzo 1013
Logramos combinar una segunda instancia íntima con
Marcos el lunes, 4 de marzo - mi último día en Uruguay antes de empezar mi gira
por Brasil. Habían pasado 4 meses desde la caminata íntima por la Rambla.
Entretanto en facebook había visto algunas fotos de Marcos andando a caballo en
Cabo Polonio. En las fotos parecía feliz y libre. Un hombre hecho. Como
Marlboro Man en los carteles de publicidad. El Lone Cowboy. Pero acompañado.
Creo que había otra foto con otro caballo y una chica montada. Cuando
finalmente nos volvimos a ver (durante la intervención urbana en el marco de la
formación de Danceability en la explanada del teatro Solís) yo le pedí
disculpas por aún no haber escrito la devolución de la caminata íntima de
octubre. Le puse excusas (de comienzos de Alzheimer y de falta de tiempo para
sentarme a escribir). Y así nos quedamos en repetir la experiencia antes que yo
me fuera del país. Fui para su casa. Es una casa increíble con un salón de
danza, un estudio donde su compañero hace trabajos de terapia y un pequeño
cuarto de 'hobbit' con una escalerita. Arriba un cuarto de dormir, una cocina
bien equipada y un living espacioso. Además una azotea con unas plantas de
marihuana en plena salud.
Como era mi ultimo día en Uruguay estaba un poco
preocupado y ansioso por las cositas que todavía me tocaba arreglar. Pero la
presencia de Marcos me tranquilizaba. Había algo muy disponible en su
presencia, también algo melancólico. No se muy bien como describirlo. Esta
calidad le daba mucho peso al momento. Es como si el tiempo se hiciera mas
espeso e insistiera en colocar mis pensamientos en el aquí e ahora mientras que
ya estaban medio divagando por Brasil. Marcos me ofreció un té de jazmín. Me
habló de la casa y del proyecto de vida que compartía con su compañero Gastón.
O mejor dicho que había compartido
porque se estaban separando. Estaba en una crisis existencial. Marcos y Gastón
se conocieron en la facultad de psicología y se hicieron novios a los 18 años.
Juntos se habían comprado esta casa con préstamos de familiares. Esto hace dos años, a los 23 años!
Quedé muy impresionado. Que compromiso y que madurez. La casa podría haber sido
de una pareja de 40 o 50 años. Un hogar verdadero. Marcos me contó que incluso
habían pensado en adoptar a un niño. El lo tenía bien claro que prefería vivir
su vida acompañado y comprometido con alguien. Nunca había estado solo. Nunca
había estado con otro hombre. Todo esto estaba tan completamente fuera de mi
experiencia y realidad cotidiana que me costaba entender por completo la
gravedad de la situación. Lo que entendí era que había sido un corte muy fuerte
en su vida y que debía sentirse bastante desubicado. Se había ido a vivir unas
semanas con su abuela afuera de la ciudad en La Floresta. Habló de ella con
mucho cariño. La llamaba Bela. Me contó que Bela había trabajado como confitera
toda su vida y que seguía cocinando el día entero. Marcos pensaba en irse a
estudiar danza en Europa un par de años. Para tomarse una distancia y ganar otra
perspectiva. Así que le hice algunas sugerencias y recomendaciones de escuelas
que conocía. Marcos me contó que estaba desarrollando este proyecto sobre
masculinidad con un amigo que recién había vuelto de un largo viaje, o sea de
una vida nómade. Me dijo que se preguntaba como yo podría formar parte del
proyecto de alguna manera. Ya que me tenía bastante presente como referencia.
Nos quedamos en que podríamos conversar de vez en cuando por skype. En realidad
me interesaba mucho lo que los dos iban a hacer. Pero al mismo tiempo me
incomodaba un poco mi posición en relación al proyecto de Marcos. Talvez me
asustan las posibles expectativas que Marcos y su compañero del proyecto
podrían tener de mi.
No se, de un lado me halaga el hecho que alguien
podría buscar mi consejo o mi presencia en un proyecto artístico porque se
siente atraído o inspirado por mi trabajo. Pero otra parte de mi rechaza este
involucramiento y quiere liberarse de cualquier compromiso que eso podría
significar. Raro, no? Creo que realmente tengo mucho miedo de comprometerme.
No obstante mi miedo al compromiso, me hizo pensar
mucho este encuentro con Marcos. Me tocó su vulnerabilidad y su disponibilidad
para compartir este momento difícil de su vida. Creo que tengo que hacer algo
acerca de su invitación.